viernes, 9 de abril de 2010

Happy tú, Malo yo


Introducción
McDonald’s tiene una línea de hamburguesas destinadas a su clientela más joven, es decir, a los niños que son las famosas cajitas felices, más conocidas como ‘’Happy Meal’’. Lo más atrayente de ésta es su juguete que normalmente va relacionado con una temática de moda dándole así publicidad a películas, videojuegos, jueguetes,… de otras grandes empresas.
¿Sabemos en realidad el origen de esta caja tan feliz como nos la quiere presentar esta multinacional?

Primera parte
Hemisferio norte:
Pablo hoy ha tenido un día estupendo.
Cumple 10 años y para celebrarlo, ha ido con sus padres al McDonald's. Como tenía pensado, se ha pedido un Happy Meal para comer, porque te regalaban una miniatura de un muñeco que le encanta. Después de comer y jugar un poco con la miniatura, vuelve a casa y le dan los regalos.
Entre ellos, una bicicleta, un balón, un microportátil y como no, un juego nuevo para su videoconsola.
Cuando se va a dormir, solo recuerda la emoción vivida antes de entrar al McDonald's y antes de abrir los regalos. Luego le viene a la cabeza lo mucho que le han gustado sus nuevos juguetes y por consiguiente lo que hará mañana con ellos, porque es domingo. Pero en su cabeza ya no aparece para nada aquella miniatura que le salió en la Caja Feliz.

Segunda parte
Hemisferio Sur:

James hoy ha tenido un día idéntico a todos.
La única novedad es que cree que tiene un año más, osea 10. Se ha levantado a las cinco de la mañana de la esterilla donde duerme, ha caminado junto a sus compañeros de trabajo al sótano donde apenas entra luz a las doce del medio día y se ha puesto a montar muñecos pequeños. Primero la cabeza, luego el cuerpo, después las piernas. Uno detrás de otro. Hasta sobrepasar los dos mil.
Llegada la parte del día que más le gusta, las doce, descansan diez minutos. Le da tiempo a ir al baño y comer algo, pero no mucho. Como su amiga Naday se acuerda de que hoy es su cumpleaños, le regala una sonrisa, un abrazo y una botella de plástico con agujeros y lana que dibujan de manera muy creativa la forma de una persona. James emocionado le da las gracias y le devuelve el abrazo, pero pronto acaba la alegría porque tiene que volver al trabajo.
Cuando se va a dormir, a altas horas de la noche, en su cabeza está su amiga Naday. Después recuerda que al día siguiente es domingo y tiene que volver a trabajar.

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Para la elaboración del juguete tienen que trabajar en él niños menores de edad de países subdesarrollados en condiciones precarias e infrahumanas, con un sueldo irrisorio pasando interminables horas al día, mes, año… sin vacaciones de ningún tipo, sin descanso y sufriendo una explotación infantil.

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